06 Abr (2013) COMIENZO DE LAS DESPEDIDAS
Nosotros ya teníamos un plan, que era irnos a Estados Unidos por reunificación familiar. Eso fue en 2007, pero nunca pensamos que tardaría tanto en procesarse.
El 14 de abril de 2013 fueron las elecciones en Venezuela y era el momento perfecto para que todo acabara, pero al día siguiente… “manténganse todos en sus casas” fue la orden que nos dieron y en ese mismo momento nos dimos cuenta de que esta situación en mi país no iba a cambiar.
Estábamos en Caracas, en esa época, y ese mismo año en octubre ya estábamos viviendo en Madrid España, pues así de rápido pasó. Mis hijos no viajaron con nosotros, se quedaron en Venezuela y mi corazón se partió en dos, “no te preocupes mamá que nos vemos en diciembre” y esa fue nuestra primera despedida. Luego ya se nos hizo costumbre el vernos, solo por unos días, lamentándolo mucho.
Un año teníamos viviendo en Madrid, cuando mi hijo menor decide irse a estudiar a España, no soportaba la situación que vivía a diario para poder ir a la universidad, conseguir comida o simplemente vivir. Nosotros estábamos muy mal económicamente y con muchas incertidumbre de nuestro futuro y sin tener seguridad de qué decisiones tomaríamos. Pero cómo no apoyarlo, claro, él tenía unos ahorros y nosotros realmente le ayudamos con el pago de la Universidad hasta que él pudiera hacerlo. Mi hijo mayor se quedó en su amada Venezuela.
En nuestro poco conocimiento en países con 4 estaciones alquilamos un apartamento muy económico, pero en invierno era más frío dentro de él, que en la intemperie y en verano entraba el sol hasta las 10 de la noche, pero igualmente fue nuestro refugio por casi 2 años.
En febrero el 2015, dejamos a mi hijo en Barcelona solo, y nos despedimos para volver a Venezuela porque nos llega la notificación de aprobación de la visa estadounidense, al llegar a Venezuela, por un error no nos la entregan. Allí nos quedamos sin plan, sin dinero, sin saber qué hacer.
Vendimos el Carro que era lo único que nos quedaba de capital y nos fuimos a Colombia. Por mis padres tenía la nacionalidad y con papeles debería ser más simple, decíamos.
Volvimos a despedirnos de nuestra gente amada, corrieron las lágrimas y creció de nuevo la esperanza de poder lograrlo esta vez. Fue muy duro en Colombia y los sentimientos, pérdidas y todo se mezcló en recuerdos difíciles. Hasta que mi hijo menor nos llama y nos pide de una manera muy suave que nos mudemos a España de nuevo. Y sin pensarlo de una manera casi instantánea pudimos lograr reunir el dinero y comprar nuestros pasajes para irnos a estar como familia de nuevo.
En septiembre de 2016 llegamos a Barcelona España y en marzo del 2017 ya mi otro hijo se decidió venir.
En el 2018 volvimos a estar todos juntos, pero igualmente la familia es muy grande y se ha ido separando por la distancia siendo un grupo de Whatsapp quien nos mantiene al tanto de todos. Extrañando a mi Venezuela, a mis amigos, a mis hermanos, a mi mamá y papá, mis tíos y primos, es difícil nombrar a todos los que ya no tenía cerca y la tristeza ya era un estado natural en mi corazón, luchando con la felicidad y tranquilidad de estar a salvo y la preocupación de no poder ayudar a los que aún siguen allá.
Leo
Posted at 15:12h, 11 diciembreDe llegadas y despedidas hemos vivido siempre. Las personas amadas las llevamos en el corazon