02 Abr (1995) FELIZ CUMPLEAÑOS MAMI
Mi vida era increíblemente divertida, no pensaba en el futuro cercano, solo contaba con mi sueldo como secretaria, que me alcanzaba para el mercado y pagar el colegio de los niños, no había preocupaciones, ni malos momentos. Tenía un grupo de amigos inseparables con los que pasábamos momentos inolvidables, amigos de la infancia y del colegio.
Justo el día de mi cumpleaños del año 1995 mi gran amigo eterno, que en todo momento estaba tan pendiente de mí y de adivinar mis mejores deseos, siempre cuidándome en todo momento como una hermanita menor indefensa. Justamente ese día me preparó una sorpresa hermosa. Buscó a mis compañeros del liceo, que por las cosas que sucedieron, me había separado de muchos, y quizás ni sabían de mí.
Ese día me dieron una serenata, aquel amigo de la adolescencia, se me declaró el día de mi cumpleaños delante de todos, pero no para pedir nada en ese momento, si no para confesarse de lo que nunca me dijo antes. Tan lindo como siempre con sentimientos tan limpios y bellos. Luego llegaron otros amigos donde cantaron y me alagaron toda la noche con serenatas y contrapunteos.
Ya los niños estaban durmiendo, y en un momento de la noche, se despertó uno de ellos ya de 5 añitos, con sus ojitos hinchados y restregándoselos con sus manitos, camino a la sala con su pijamita de dibujitos.
Se me acerca sin preguntar quienes eran esas personas que estaban en la casa, ni nada, el iba con un fin y me pregunta, si ya me cantaron el cumpleaños. Todos enternecidos por el niño, salieron a la cocina como locos a buscar la torta ya cortada, buscando lo que quedaba de la vela y se reunieron todos para volver a cantar el cumpleaños.
Cuando estábamos entonando el cumpleaños tan duro, que toda valencia lo debió oír, justo cuando tocaba decir mi nombre, por intuición, aun no sé como sucedió, pero todos absolutamente todos se callaron, hasta el cuatro y la guitarra que nos acompañaban en la melodía y solo se oyó la voz dulce, un poco aguda en esa época, diciendo en la tonalidad del cumpleaños sin desentonar “A MI MAMAAAAAA” y todos cerraron la canción llenos de melancolía y sumados en el sentimiento hermoso de aquel mi niño adorado que con tal gesto me demostró cuanto me amaba y que tan importante era para él.
En ese momento se despidió y se fue a dormir sin pedir su pedacito de torta solo se despertó para ese gran detalle de amor.
Como olvidar momentos así…
Leonor pieschacon
Posted at 16:59h, 15 diciembreQue bello, esos son los detalles de amor que nunca se olvidan. Dios compensa siempre los vacios y los sufrimientos con el amor que llena toda la vida