(1977-89) NAVIDADES

(1977-89) NAVIDADES

Ya faltando pocos días para la navidad nos reuníamos junto al pesebre y rezábamos la novena, una costumbre colombiana que mi madre nunca dejo de hacer en casa.

Era costumbre, visitar las casas de los vecinos para ver su decoración navideña. Poco a poco iban llegando los regalos al arbolito y la curiosidad no nos dejaba en paz, nos moríamos de las ganas de saber que había en cada uno de ellos.

El pesebre tenía sus figuras principales y se acostumbraba cambiar de posición a los reyes, acercándolos al pesebre a medida que iban pasando los días. El niño Jesús ocupaba su lugar a partir del 25 de diciembre.

Llegó un momento donde mi madre comenzó a cambiar el pesebre cada año y hacer un diseño diferente. Era un proyecto familiar. Juntos pensábamos y buscábamos en las revistas para decidir el mejor para ese año.

Un año solo fue una silueta del pesebre con la Virgen María, Jesús y José, otro se hizo como flotando sobre unas revisteras planas que habíamos conseguido y así cada año fuimos creando un pesebre único que nos llenaba de orgullo mostrarlo a los vecinos para recibir los halagos.

En nuestra casa llegaba sin falta el niño Jesús, los 25 de diciembre. Nos dejaba un regalo junto a nuestra almohada. Al despertarnos, allí estaba. Nos podía complacer o nos podía traer otras cosas, siempre era una sorpresa y salíamos a disfrutarlos junto a nuestros amigos en la mañana.

El fin de año nos intercalábamos con mi padre, y siempre nos llegaban los reyes, mi madre nos decía que era gracias a nuestros vecinos del al lado.

Mi madre adoptó casi todas las costumbres venezolanas y no faltaba la hallacas venezolanas y su elaboración, donde nos reuníamos todos y las hacíamos juntos, cada uno tenía su actividad, se hacían muchísimas. El guiso siempre lo degustaba una amiga de mi madre que le daba el visto bueno para comenzar con la faena. Normalmente son dos días de trabajo.

La cena navideña la compartíamos en familia, pero no faltaba el ir a la famosa misa de Gallo, que era a media noche, asistíamos a la Iglesia “El Trigal”, la más cercana, una iglesia pequeña pero rodeada de una plaza inmensa. y cuando pequeños jugábamos alrededor de ella.

2 Comments
  • Leo
    Posted at 14:24h, 10 diciembre Responder

    Felices navidades aquellas, las guardamos en el corazón

    • Malena
      Posted at 14:30h, 10 diciembre Responder

      Maravillosas mami, gracias a ti.

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